Oficios que no deben morir

Hay oficios que no se deberían perder y el de hacer madreñes (en Asturias), es uno de ellos. En Japón, a los artesanos que se dedican a mantener oficios que han resistido durante cientos, quizás miles de años, los nombran monumentos vivos. Aquí, como mucho, les llaman de vez en cuando para que enseñen sus técnicas a los curiosos en encuentros como el que se celebró en Oleiros hace unas semanas.

No se deberían perder estos oficios, para que siempre quede constancia de dónde venimos; pero me temo que esto no es posible en un país donde lo único que importa es la última moda (sobre todo para los políticos, que serían los que tendrían que impulsar este tipo de iniciativas).